9 de enero de 2008

Los privilegios del terrorismo

La traición
La concesión de granjerías a los terroristas presos fue una traición a la memoria de las víctimas del terrorismo y al sistema democrático, porque ha fortalecido a quienes quieren liquidar la democracia. La historia de felonías empezó con la aprobación del Decreto Supremo 003-2001-JUS, de fecha 18 de enero de 2001, durante el gobierno de Valentín Paniagua, que concedió los primeros beneficios a los terroristas recluidos en la Base Naval del CallaoLas concesiones fueron mayores al aprobarse el Decreto Supremo 024-2001-jus (reglamento del penal de la base naval), durante el régimen de Alejandro Toledo.Posteriormente se dictaron la Resolución Ministerial 388-2001-JUS (Reglamento del Comité Tecnico), el Decreto Supremo 002-2004-JUS, que modificó dicho reglamento) y el Decreto supremo 013-2004-JUS (regulación del sistema de visitas)Le corresponde a la nueva Ministra de Justicia, Rosario Fernández, corregir esta injusticia conocida y ocultada por las ONG de “derechos humanos”, socias de los autores de la traición.Y al presidente del Congreso le toca ordenar una investigación inmediata para establecer las responsabilidades y sanciones políticas correspondientes, bajo su propia responsabilidad.

Mientras miles de peruanos pobres que han tenido la desgracia de caer presos viven en condiciones infrahumanas en la mayoría de los penales del país, los máximos genocidas del país, Abimael Guzmán y sus secuaces, disfrutan de privilegios que nadie podía imaginarse hasta ahora, informaron a EXPRESO fuentes confiables.

Estamos ante un escándalo de proporciones mayores que debe ser esclarecido, para que los responsables sean identificados y sancionados de modo ejemplar, por el bien de la moral del país y por respeto a la memoria de miles de peruanos asesinados por los terroristas.

De todo
Abimael Guzmán, sus cómplices y los jefes del MRTA presos en el penal de la Base Naval del Callao, no cumplen sus condenas bajo un régimen penitenciario de máxima seguridad, como debería ser, dada la gravedad de sus crímenes, sino todo lo contrario, precisaron las fuentes, que pidieron el anonimato.

Nuestros informantes precisaron a EXPRESO cuales son las condiciones “relajadas” en que transcurren su vida en prisión los terroristas más avezados. Esto es lo que nos reportaron:
Permanecen nada menos que 12 horas del día fuera de sus celdas, con entera libertad para reunirse y conversar entre ellos de lo que quieran, inclusive de sus planes para reorganizar sus respectivas organizaciones terroristas.

Hace poco, el sociólogo y periodista Raúl González reveló que Sendero Luminoso está organizando su próximo “congreso”, con el fin de dar por concluida su reorganización interna y reafirmar su objetivo final: Asaltar el poder por la vía armada e instaurar una tiranía totalitaria y genocida, al estilo de Pol Pot en Camboya.

¿Acaso Guzmán envía desde su celda los escritos que contienen los lineamientos políticos e ideológicos para reorganizar a esa banda armada?.

Sin duda
Antes teníamos alguna duda al respecto, pero, de ser cierto todo esto, no quedaría la menor duda de que Guzmán dirige Sendero Luminoso desde la prisión, porque no sólo tiene acceso libre a sus cómplices, sino que, además, tiene derecho a enviar sus escritos a donde él quiera.

Guzmán también usa una sala de trabajo y tiene una máquina de escribir que se la lleva a su celda mientras permanece en ella, para seguir haciendo sus “trabajos políticos”.

Y cuando quieren disiparse y relajarse, Guzmán y los demás jefes terroristas presos en la base tienen acceso libre a otra sala especial dotada de equipos de televisión y DVD.

¿Aló, Artemio?

Las granjerías no acaban allí, ya que Guzmán y los demás presos, según nuestras fuentes, pueden hacer llamadas telefónicas locales y de larga distancia.

También están autorizados a intercambiar correspondencia con quienes ellos quieran, con absoluta libertad.

Esto último incluye la libertad para intercambiar, además de cartas y escritos, libros y presentes con los presos de otros penales del país, de cualquier penal del país.

La pregunta aquí es ¿Y las autoridades encargadas de custodiarlos están obligadas a actuar de mensajeros entre los terroristas presos en distintas prisiones?.

Bien informados
Lo más indignante de todo es que los cabecillas terroristas tampoco están aislados del acontecer político del país, sino todo lo contrario. Las normas infames que regulan su carcelería les permite escuchar la radio libremente, y recibir todos los diarios y revistas que quieran.

De esta manera pueden tener un mejor conocimiento de la realidad política, lo cual les permite trazar directivas más certeras a sus organizaciones criminales. ¿Es posible combatir así al terrorismo?

Las visitas
En lo que respecta al régimen de visitas que están autorizados a recibir los terroristas de la base naval, también hay una benevolencia extrema y enervante.

De acuerdo a lo dispuesto por la alianza toledista – caviar entre los años 2001 y 2004, ellos podían recibir en sus celdas las visitas de familiares dos veces por semana, y sus abogados pueden visitarlos en privado hasta tres horas, en las celdas.

Esto es clave, porque los abogados de Sendero Luminoso no son profesionales independientes contratados para brindar un servicio, sino miembros de la organización o personas de absoluta confianza de la banda criminal en el peor de los casos, lo cual facilita la filtración de mensajes y directivas terroristas por esa vía.

El año 2006, tras una denuncia de EXPRESO, el Congreso de la República canceló las visitas directas de familiares y restableció el uso de los locutorios para esa clase de visitantes.
Por si fuera poco, los terroristas que tienen pareja también tienen derecho a hacer vida íntima dentro del penal.

Finalmente, todos están autorizados a recibir los alimentos que les traigan sus visitantes.

La clave
“El régimen carcelario benévolo que disfrutan los jefes terroristas los ha hecho sentirse fuertes y con ganas de divulgar más su ideología criminal por medio de libros y otros escritos que difunden fuera de la prisión, lo cual está autorizado”, indicó la fuente.

¿Por qué un régimen severo?
Inmediatamente después de la captura de los principales cabecillas terroristas, en los años 90, el Estado les impuso un régimen severo de carcelería que, según las ONG caviares era “inhumano”, pero en realidad tenía un objetivo político claro y legítimo.

Los presos podían salir solamente una hora al día a pasear por un patio, solos; podían recibir sólo una visita al mes de un familiar directo, y otra de su abogado, en ambos casos en presencia de un custodio.

Tampoco tenían acceso a diarios, revistas, radio ni televisión; sólo podían utilizar un DVD para distraerse.

Todo esto tenía por objeto impedir que los cabecillas tengan comunicación indirecta o directa con sus secuaces libres o presos en otras cárceles, con el fin de que no puedan reorganizarse.

El régimen, que se aplicaba en todas las prisiones para terroristas, tuvo por objeto “quebrar” a los reos para que renuncien al terrorismo y se adhieran al sistema democrático. De hecho se cumplió ese objetivo, pues centenares de senderistas capitularon, aceptaron colaborar con la justicia, y de inmediato pasaron a tener un régimen penitenciario normal, en pabellones separados.

Al llegar la izquierda caviar al poder, canceló ese programa y los arrepentidos fueron mezclados de nuevo con los terroristas avezados, lo cual permitió que muchos sean captados de nuevo para las filas senderistas, “por las buenas o por las malas”. (Expreso)

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