Ántero Flores-Aráoz volvió al Congreso pero esta vez como ministro de Estado, para tratar asuntos vinculados a su sector, el de Defensa. Cuando llegaba sintió un aparente malestar en una oreja. Un empleado comentó: “Seguro que los caviares están rajando de él, porque se les acabó la mamadera en Defensa”. Sin duda acertó. (Expreso)
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