Desde la creación del destacamento VRAE, el Ejército peruano tiene como principal misión recuperar Vizcatán, el bastión de Sendero desde inicios de los años 90.
La última vez que el Ejército ingresó a esa zona fue el 2003. Desde entonces, la falta de decisión política y la escasez de recursos económicos, así como de equipos provocó que Sendero se reapodere de esa zona montañosa, ubicada en los límites de los departamentos de Ayacucho, Junín y Cusco.
Desde el año pasado las Fuerzas Armadas esperan la llegada de los recursos para implementar y consolidar el plan de acciones en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE) y principalmente sobre Vizcatán. Fuentes castrenses consultadas por este diario aseguran que la toma militar del último refugio de Sendero es cuestión de tiempo. Sin embargo, este plan no se hará efectivo mientras no se cuenten con las condiciones apropiadas para su realización.
"Tendremos bajas importantes al momento que decidamos ingresar, pero lo haremos cuando el costo de vida humana sea mínimo. Los jefes quieren que sea un éxito militar", afirma un oficial operativo del Ejército.
"Ellos (los senderistas) lo saben y se preparan desde hace varios años para nuestra ofensiva. Ellos cuentan con un sistema conectado de explosivos y una serie de trampas alrededor de esa montaña", refiere el militar.
El destacamento VRAE está situado en la localidad de Pichari y está a cargo del general EP Raymundo Flores Cárdenas. Este mando militar estaría a cargo de la toma tan pronto se dé luz verde para que el plan se ejecute. Se estima que ello ocurriría en los próximos meses.
SENDERO COMO FIRMA
Desde hace algunos años Sendero Luminoso en el VRAE es visto por las autoridades como una combinación de narcotraficantes y sicarios dispuestos a defender a las firmas del narcotráfico y a los agricultores cocaleros del Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE).
Todo a cambio de armas y dinero para la continuación de su ola de terror. Los últimos ataques a patrullas y puestos policiales y comisarías en esta zona convulsionada parecen confirmar esta hipótesis.
Analistas y personal operativo del Ejército y la Policía Nacional, así como los jefes de los Comités de Autodefensa (CAD), ubicados a lo largo del VRAE, coinciden en que las derrotas militares y políticas sufridas por esta agrupación subversiva la han obligado a permitir que sus miembros operen como una firma del narcotráfico con el único objetivo de mantener el apoyo de la población.
"Tras la captura de Óscar Ramírez Durand (a) 'Feliciano' en 1999, las bases senderistas del VRAE se reunieron para discutir la continuidad de la ‘Guerra Popular’", explica a La República un oficial de la Dirección Nacional contra el Terrorismo (Dircote) destacado desde hace varios años en la ciudad de Huamanga para estudiar a Sendero.
"Luego de apostar por la continuación de una lucha armada, los mandos coincidieron en que la defensa de los intereses de los cocaleros y a su vez de los narcotraficantes era vital para mantener activo el partido y consolidar bases de apoyo. Progresivamente se dieron cuenta de que si tenían coca a su alrededor y los medios para su transporte, podían obtener un pedazo más grande de este lucrativo negocio. Así empezó el principio del fin para Sendero", refiere el analista de inteligencia.
UN SENDERO MAFIOSOEl año 2003 marca una ruptura respecto al papel de Sendero en el narcotráfico. Todo parece indicar que la agrupación maoísta pasa de cobrar cupos a manejar su propia firma.
Por un lado, permite que sus miembros operen como una ‘firma’ y, por otro, alienta a la población cercana a Vizcatán a cultivar la coca. Sobre este punto están de acuerdo tanto militares como policías destacados en los puestos policiales y las bases contrasubversivas, ubicadas en el valle del río Apurímac.
Para muchos de ellos no queda duda de que Sendero procesa y elabora la pasta básica de cocaína y luego la vende a diferentes acopiadores. "A la masa que vive bajo la influencia de Sendero se le permite tener cocales en Pampa Aurora, frente al Vizcatán, para preservar su lealtad. Esa coca es transportada de norte a sur por el río Parhuamayo (Llochegua) y por la margen izquierda del río Apurímac (Oreja de Perro) con la protección de los propios elementos senderistas. Es una zona liberada, en otras palabras", admite un militar a cargo de una base en el VRAE.
La PBC perteneciente a Sendero Luminoso recorre las mismas rutas empleadas por otras firmas según este oficial consultado por La República: "Sendero no compite, tampoco busca imponerse. Incluso ofrece seguridad a la droga que es transportada desde la zona de Paquisrán y del poblado Nueva América".
SIN OBJETIVO POLÍTICO
Nueva estrategia. Fuerzas Armadas buscan recuperar la confianza de las localidades bajo influencia senderista.
Sendero Luminoso por su parte mantiene total hermetismo respecto a sus objetivos políticos, si aún los tiene. El único documento oficial que se le atribuye es el ‘Programa Revolucionario General del Perú’, volanteado profusamente en el puente de Yanamonte cerca de la ruta de Ayacucho al VRAE. Este volante que data del 2006 marca distancia con la línea acuerdista liderada por "Artemio", líder del Comité Regional Huallaga, e ignora también el llamado ‘pensamiento Gonzalo’.
Este Sendero apuesta por la continuación de la lucha armada aunque no se pronuncia sobre su vínculo estrecho con el narcotráfico. El Ejército y la Policía Nacional admiten tener escasa información sobre la agrupación maoísta y sobre la composición de la dirección senderista en el VRAE. Desde el año 2003 ningún arrepentido con valiosa información ha permitido conocer más detalle de la nueva estructura de la organización senderista. Los nombres de los mandos militares se repiten desde esa fecha: Víctor Quispe Palomino (c) "José" figura como mando político del Comité Regional Principal del Centro (CRPC), mientras que Leonardo Huamán Zúñiga, "Alipio", está como mando militar, y Jorge Quispe Palomino (c) "Raúl" como tercer encargado. A ellos se les atribuye la responsabilidad directa en la muerte de efectivos policiales asesinados cerca de Huanta en diciembre pasado.
Esta escasez de información sobre la composición de la dirección senderista puede indicar que este Sendero no cuenta más con líderes. Una fuente de inteligencia policial consultada por este diario respecto al futuro de Sendero refiere que la agrupación está a punto de dejar de ser el Sendero político de antes. "Si cae uno de estos mandos conocidos desaparece Sendero del VRAE. Ya no se conocen cuadros con preparación ideológica y con capacidad para dirigir esta agrupación terrorista", afirma la fuente.
Todo señala que el Sendero Luminoso que pretende proseguir la lucha armada apoyándose en el negocio de la droga terminará convertido en un violento grupo de narcotraficantes armados.
CLAVES
SENDERO DE LA DROGA.
Según fuentes de inteligencia en el VRAE, en el 2003 Sendero Luminoso empezó a cobrar oficialmente cupos por el paso de la pasta básica de cocaína (PBC) desde la selva hacia puntos como Chincheros en Andahuaylas.
CUPOS.
El cupo consiste en el pago de 2 dólares por cada kilo que las organizaciones del narcotráfico llevaran del VRAE hacia Ayacucho y Apurímac.
FIRMA.
Ahora la agrupación senderista no solo protege a las firmas que operan en su zona de influencia, sino también sus miembros operan como una firma de la droga.
DATOS
FIRMA SENDERISTA.
Sendero opera como firma en Canaire y Cerro Verde y Pampa Aurora.
PROTEGIDOS.
Muchos que conviven con Sendero trabajan en la coca.
RUTAS.La PBC sale de Santa Teresa, Ramadilla, Corazonpata hacia la zona de Machente.
"Sabemos quiénes son los narcotraficantes"
Los Comités de Autodefensa (CAD) del VRAE son también artífices de la derrota política de Sendero en la zona debido a que su enemigo no fue el narcotráfico. Así se ganaron a las firmas y a los campesinos cocaleros.
Raúl Chávez, dirigente de las Autodefensas del distrito de Pichari, considera que Sendero está realizando un trabajo de captación en las zonas cocaleras bajo su influencia.
"Hay un trabajo solapado de los senderistas en zonas fronterizas. El discurso es el siguiente: ‘ya no vamos a cometer más errores y defenderemos a los cocaleros’", señala. "Su única fuente de ingreso proviene del narcotráfico. Sendero dice que no trafica pero no tiene opción. Necesita armas y apoyo de la población y por eso ofrece seguridad a las firmas, principalmente en la zona de Pampa Aurora", agrega Chávez.
Los comités de autodefensa del VRAE, que agrupan a 450 bases en todo el VRAE, han redirigido sus funciones al mantenimiento del orden interno porque Sendero ha dejado de ser momentáneamente el enemigo principal. No descartan que la lucha contra el narcotráfico pueda ser su siguiente misión en caso se confirme que los senderistas se mimetizan con las firmas de la droga.
"Sabemos quiénes son narcos, quiénes son mochileros, pero no podremos hacer una lucha frontal contra el narcotráfico sin el apoyo del Estado", agrega el rondero Rául Chávez: "Muchos aquí que han dado todo por salvar la democracia y que ahora se sienten abandonados comienzan a preguntarse si mejor no les hubiera ido con el Sendero de Guzmán en el poder". (La Republica)