Perú recibió tanta información secreta de las Fuerzas Armadas Ecuatorianas, de parte del suboficial Carlos Romero Pico, que aquello dejó vulnerable al Ecuador a cualquier ataque sorpresivo.Una vez descubierta la filtración, las Fuerzas Armadas hicieron un rápido reordenamiento de sus planes de defensa.
El hace poco posesionado comandante de la Fuerza Aérea (FAE), general Rodrigo Bohórquez, considera que la sanción a Romero debió ser mayor. “Lógicamente, se deberá revisar el proceso para conocer cómo fue llevado y pronunciarme. No me gusta la decisión”.
Dos años después de dictada la sentencia, el general Bohórquez dice que “se trata de una cosa juzgada”.Pese a la gravedad del delito, desde diciembre de 2007, el juzgado Penal de la Primera Zona Aérea le permitió al suboficial gozar de una libertad condicionada. Es decir, podía salir dos días a la semana y volver para continuar cumpliendo su condena.
Desde el 18 de marzo del presente año, la llamada prelibertad es de al menos cinco días. Un juez militar -lejano al caso- señaló que Romero puede haberse acogido a ese beneficio cuando cumplió 3/5 de su pena.Pero ni el comandante de la FAE conoce hoy la razón de esa prelibertad del ex suboficial. “Yo entendería que se trata de una reducción por buena conducta, pero es un comentario que hago en base a lo poco que conozco”.
El suboficial Romero fue el militar que, durante los siete años que estuvo en lugares estratégicos de la FAE y del Comando Conjunto, logró extraer centenares de documentos reservados de las Fuerzas Armadas para dárselos al vecino país, que el 26 de octubre de 1998, firmó un acuerdo de paz con Ecuador, que puso fin a un diferendo limítrofe de décadas.
Durante el tiempo que permaneció en la Escuela Superior Militar de Aviación, el suboficial filtró a la Fuerza Aérea Peruana (FAP) el plan de Defensa Antiaéreo “Oso” y otros documentos calificados de secretísimos (ver infografía) porque en ellos descansa la seguridad interna y externa del país.Desde el 3 de agosto de 1998 hasta el 24 de mayo de 1999, tiempo que estuvo en la Dirección de Inteligencia de la FAE, Romero traspasó al vecino país la identificación y características de las aeronaves de la FAE; los códigos y los nominativos de la dirección de Inteligencia y los informes sobre las deficiencias de vehículos para la ejecución de los trabajos de operaciones de Inteligencia y contrainteligencia de personalidades de la Embajada de Perú en Quito.
Pero no solo, eso, sino que les entregó el estudio sobre la seguridad de la Base Aérea de Taura, la de Lago Agrio y del edificio de la Comandancia General. También les dio las nóminas y el orgánico, por antigüedad, de los oficiales y aerotécnicos de la especialidad de Inteligencia.
Perú logró acceder, además, al plan de control y vigilancia de los blancos (personas de nacionalidad peruana), a los que se les hacía seguimiento mientras estaban en el territorio nacional.
A la FAP también se le dio acceso a las direcciones de las oficinas de Inteligencia que se habían creado en Quito, Guayaquil, Manta y Lago Agrio, que fortalecían el sistema.
Otros documentos filtrados fueron los proyectos del Comando Conjunto, los informes de las investigaciones y los estudios de seguridad.
Con los informes elaborados en su contra tras su detención el 2 de julio de 2005, en la frontera con Perú, y las pruebas halladas en el computador y CDs incautados, se inició inmediatamente el juicio contra el suboficial Carlos Romero Pico, en la Primera Zona Aérea.
Un año después, el 31 de julio de 2006, la FAE le dio la disponibilidad y dos meses más tarde (7 de septiembre) fue sentenciado a cinco años de prisión, que está cumpliendo a medias.
Cronología
El reporte deL material belico
Este documento también fue entregado por Romero a los militares peruanos, que integraban la red de espionaje. Este contenía el cuadro de existencias del material, con sus respectivas referencias. Aquello, en caso de que ocurriera un conflicto, volvía vulnerable al país.
Los manuales de procedimiento
Uno de los documentos claves, para el control del espacio aéreo, es el manual de normas y procedimientos operativos del Comando de Defensa Aérea. Este documento fue hallado en el computador que el suboficial Romero tenía en su casa en Manta.