3 de marzo de 2008

Denuncian violación de cadete FAP

Estaba exhausta. Y no era para menos, pues durante toda la madrugada de ese sábado 15 de diciembre, estuvo en servicio de armas.

Diana Bazán Hidalgo, cadete del primer año de la Escuela de Oficiales de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), 19 años recién cumplidos y la promesa de un exitoso futuro militar, se disponía a descansar sin saber que minutos después un acto de violencia sexual –repudiable de comprobarse su veracidad– cambiaría su vida.

"Mi hija fue violada en la escuela por un alférez", denuncia dos meses y medio después la madre Marlene Hidalgo y la firmeza de su voz se quebranta cuando se le pregunta por el nombre del presunto violador. "Jesús Américo Ferreyra Gala (25)", consigue decir superando la conmoción de pronunciar el nombre del "sujeto que desgració la vida de mi hija".

"NO TOLERO INDIFERENCIA"
El entonces alférez Ferreyra habría violentado a Diana en una de las instalaciones de la escuela que –al menos en teoría– le garantizaba las condiciones para su formación militar. ¿Por qué decidió hacer pública esta denuncia ahora?, se le pregunta a la indignada madre y furibunda contesta que "no tolera más la indiferencia de la FAP", que "no soporta que el violador permanezca en la institución como si nada hubiera pasado" y que inclusive ahora Ferreyra luzca un galón más ostentoso (ascendió a teniente).

Por la mañana acompañó a su hija al hospital de dicha institución donde recibe tratamiento sicológico. "Tiene que haber una sanción, esto no puede quedar así", demanda Marlene una vez más.

LO ASCENDIERON
El alto mando de la Escuela de Oficiales de la FAP no admitió ni negó que Ferreyra perpetrara el delito porque en curso hay una investigación. El director de la escuela, general Pedro Seabra Pinedo, informó que el acusado aún permanece en la institución trabajando en el comando de personal.


Pero eso no es todo. Tal como lo advirtió la señora Marlene, el presunto agresor fue ascendido a teniente. Seabra tuvo una explicación para esta contradicción: el proceso de ascenso se dio meses antes de la ocurrencia de los hechos. Además recalcó que la FAP no puede imponer ninguna sanción hasta que las pesquisas estén culminadas.

Cuando esto ocurra y si lo encuentran responsable, Jesús Américo Ferreyra Gala sería pasible de una sanción que va –según palabras del general– desde el arresto de rigor hasta la baja.
"Es raro que la cadete no denunciara en su momento, nosotros nos enteramos por la denuncia de sus otras compañeras", comentó ayer Seabra. Además detalló que la comisión investigadora del caso ya emitió unas conclusiones preliminares que "no pueden ser reveladas" hasta que la instancia definitiva emita su informe.

TUVO OTRA CRISIS
Los cadetes reiniciaron sus clases a inicios de febrero, pero Diana no lo hizo porque le persigue la pesadilla de aquella madruga negra. Inclusive ayer, tras conocer las declaraciones de los oficiales, presentó un nuevo cuadro de crisis y tuvo que ser trasladada al hospital.

EL DATO
No a represalias. La dirección de la Escuela de Oficiales de la FAP aseguró que no adoptarán ninguna represalia contra la cadete Diana Bazán Hidalgo en caso ella decida regresar a las aulas para continuar con su formación castrense. "Garantizamos que estos hechos no ocurrirán", recalcó el general Seabra. (La Republica)

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