El ministro de Defensa, Ántero Flores-Aráoz, rechazó ayer la propuesta del primer vicepresidente, Luis Giampietri, de que el Perú se retire en parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. No obstante, planteó que dicha instancia debería someterse a algunas modificaciones para también garantizar a los estados un debido proceso.
Al igual que el primer vicepresidente, Flores-Aráoz se mostró preocupado por la actuación de dicho organismo interamericano en algunos casos de terrorismo que afectan al Estado Peruano y consideró que a veces este organismo "se excede".
"Entiendo el fastidio del almirante Giampietri, pero un retiro de la corte nos pondría un poco como trogloditas. Creo que ese no es el camino. El camino es lograr las modificaciones", declaró en la televisión local.
El titular de Defensa recordó que originalmente esta corte se había establecido bajo el supuesto de que el Estado podría violar los derechos humanos. Sin embargo, señaló que con los años, la realidad ha demostrado que los grandes violadores de los derechos humanos han sido los terroristas y delincuentes subversivos.
"El Estado ha ido acostumbrándose, cada vez más, a cumplir los derechos sustantivos de las personas. Con el avance del tiempo hemos visto que los grandes violadores de los derechos humanos han sido los terroristas. Lo hemos visto en el país con el MRTA y Sendero Luminoso", sostuvo.
Flores-Aráoz también informó que la representante del Perú ante la Organización de Estados Americanos (OEA), María Zavala, efectúa las gestiones necesarias para que las modificaciones que se realicen en la Corte Interamericana de Derechos Humanos garanticen un debido proceso para los estados.
"Hay una serie de países que están de acuerdo con esta posición del Perú. Debido proceso no solo para los denunciantes, debido proceso también para el Estado porque este tiene sus derechos que no pueden ser obviados", explicó.
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